Los bipolares medicados somos farmacodependientes mas no drogadictos y otras divagaciones televisivas y políticas del 2018
En este artículo clarifico la diferencia entre droga y fármaco, y miro
como el confundirlos puede echar a perder vidas valiosas por culpa de las
drogas callejeras. Me defiendo de algunos familiares que me atacan por tomar fármacos
psiquiátricos. Estos me mantienen relativamente bien, pero nunca estaré
establemente bien por largos periodos de tiempo como las personas “normales”. Por
eso uno de mis propósitos para el 2019, es que voy a retomar mis actividades,
este como esté de ánimo y sueño en el momento de hacerlas. Afortunadamente
estoy tomando la dosis más baja de fármacos de los últimos 11 años y sigo
rebajando. Parece que además del duelo psicológico, la muerte de mi papá en
2007 provocó una suerte de duelo neuroquímico que apenas está empezando a
ceder. Hablo de las principales series que mi vi durante el 2018, dentro de la
cual resalto “The man in the high castle”, que es una ucronía distópica en la
cual el eje gana la segunda guerra mundial, gracias a la actitud aislacionista
del presidente de EUA en esta novela de realidad alternativa. Política
aislacionista que está llevando a cabo Trump en nuestra realidad presente y que
conducirá a que otras potencias y grupos terroristas llenen el vacío que EUA
está dejando en el ámbito internacional. Conecto esto con la política
colombiana del 2018. Menos mal Colombia no cayó en manos del populismo e
izquierdismo y al menos estamos cuatro años seguros en los cuales no seguiremos
el camino de Venezuela.
Me acabo de leer el artículo que escribí hace un año haciendo el balance el 2017 link y fui muy sobrador. No se cumplió con el objetivo principal del año 2018 que era publicar el primer libro relativamente largo de psicología evolucionista originalmente escrito en español. Avancé pero muy poco. Y la razón de fondo por la cual no pude cumplir con este objetivo es que los extremos se juntan. En el balance del 2017 dije que había encontrado la panacea para mis problemas de sueño y que eso era la higiene del mismo que procuro hacer todas las noches. Pues resultó ser demasiado efectiva esta solución. Tanto que me causó problemas. Empecé a dormir mucho y aproximadamente cada mes me tocó rebajarle un poco a mi fórmula farmacológica para no dormir tanto y entonces hay veces le rebajaba mucho y tenía que parcialmente que retroceder y para acortar el cuento cada mes tenía un descuadre de sueño. Y sin un horario de sueño estable no hay rutinas, y sin estas últimas no hay disciplina y de esto derivaría que no hay éxito, y yo necesito ser exitoso pues aunque mi sobrevivencia está asegurada de pronto mi supervivencia (mantener mi actual nivel de vida) no tanto. Espero que el ser consciente de lo último y el haber a una fórmula neurofarmacologica mínima pero estable, me permitan avanzar más en el 2019 pues mi cronograma de libros a ser publicados está muy apretado, así viva yo lúcido hasta los 90 o 100 años (tengo 44). De todos modos me estoy resignando a que nunca tendré un sueño estable y para el 2019, cuando empiece mi año hábil el 14-Ene-2019, voy a trabajar todos los días hábiles de las 14:00 a las 19:00 sin importar cómo haya dormido. Porque hay que entrar en acción para estar listo y no al revés. Vamos a ver cómo me va con este empeño.
A primera vista esta
tendencia de cada vez dormir más y más, fácilmente me llevaría a no volver a
tomar fármacos psiquiátricos, como erróneamente lo quieren muchos de mis
familiares. Erróneamente porque la literatura psiquiátrica es elocuente a la
hora de demostrar que cuando uno tiene una condición mental debe tener al menos
una farmacoterapia básica para evitar recaídas. Afortunadamente en mi núcleo
familiar inmediato sí entienden mi situación pues comprenden que a una persona
con una condición bipolar como la mía le quedan dos caminos: o tomar fármacos correctamente
recetados por un facultativo (como es mi caso) o perderse en las drogas
callejeras y convertirse en un indigente. Esto ya no me va a pasar a mí porque
afortunadamente vengo de una familia que por el lado de mi papá es de tradición
médica y como cualquier problema de salud se atacó mi bipolaridad desde los 14
años de edad (llevo 30 años lidiando esta condición) con fármacos recetados por
un grupo de médicos que me atendió cuando empecé con este problemita. Otros
bipolares a los les hago consulta me dicen que se sienten mal tomando tantas
“drogas” que les receta su psiquiatra. Y he aquí el meollo de este párrafo.
Fármaco (o medicamento) es muy diferente a droga. Yo soy fármaco-pendiente más
no drogadicto. Las drogas violan la relación costo/beneficio o cambiando el
numerador por denominador, la relación sosteniblemente de placer/sufrimiento
que nos enseñó Epicuro. Las drogas dan placer en el momento de ser consumidas.
Pero causan mucho daño en el mediano y largo plazo. Los medicamentos, al
contrario, generalmente no producen placer al consumirlos pero, correctamente
recetados y tomados, producen bienestar en el mediano y largo plazo. Y salvo
pequeñas excepciones como las benzodiazepinas (Clonazepam, Alprazolam,
Diazepam, etc.) la gran mayoría de fármacos psiquiátricos no producen adicción.
Entonces uno, como paciente con una condición mental no debe sentirse mal por
estar consumiendo medicamentos dentro de un plan farmacológico recetado por un
médico y dentro del cual uno puede moverse con un poco de libertad según cambié
la marea del sueño, en el caso de la bipolaridad. Pero esto también aplica para
otras condiciones sobre-todo para la esquizofrenia, donde también he hallado
resistencia por parte de algunos pacientes para tomar sus medicamentos. La
psicoterapia ayuda mucho. Yo me desahogo por ejemplo por medio de la escritura
terapéutica en mi bitácora privada (que solo la leo yo y es diferente a mi
blog). Pero cuando existe una condición mental, la farmacoterapia es
imprescindible. De hecho en un estudio de la APA (American Psychological
Association) demostró que la psicoterapia no era más efectiva que la
farmacoterapia en condiciones como el trastorno afectivo bipolar y la
esquizofrenia. Como sería de bueno que familiares míos que no son profesionales
de la salud, leyeran esto para que entiendan que yo voy todos los meses al
médico por mis fármacos y que estos son tomados por necesidad y no por placer.
Muchos me ven tan bien que no creen que soy bipolar. Otros salen con la típica
oración:
- Usted es muy inteligente por lo cual no puede tener
ningún problema mental
Cuando es precisamente
la bipolaridad la que me da el pequeño toque de genialidad que al menos yo creo
que tengo. Yo crecí en Cali-Colombia dentro de mi núcleo familiar, aislado del
resto de la familia, que en su mayoría vive en Ibagué, ciudad del centro de
país, y a la cual nos vinimos a vivir hace 8 años. Tener familiares en la misma
ciudad es muy bacano pero es un poco incómodo cuando se le meten a opinar sobre
cosas personales sobre de las cuales no son expertos, así sea con buenas
intenciones. Y no les he podido explicar estas cosas a de mis contradictores
porque se basan en dos supuestos erróneos:
- Que fármaco y droga son lo mismo
- Que yo no soy bipolar
De esas dos premisas
solo se puede concluir que yo soy un drogadicto, buena vida y mentiroso. Y es
que un familiar me lo dijo de frente así:
- La bipolaridad es un show que usted tiene montado para
hacer lo que se le dé la gana.
Otro familiar, en una
fiesta, me dijo que dejara de consumir “drogas” para el cerebro mientras a la
vez consumía alcohol y nicotina, que aunque son legales, son drogas.
Tomado de https://www.elespectador.com/noticias/salud/medicamentos-para-activar-el-cerebro-una-muy-polemica-receta-articulo-752773 |
Hay unos primos de mi
mamá que manejan el concepto que la mente manda sobre la materia (mind over
matter). Eso es cierto. Es más, yo soy cognitivista (teoría computacional de la
mente) y creo también que el cerebro (hardware) además de ser un
neuro-computador es un computador cuántico, y como tal produce como epifenómeno
una mente (sistema operativo) que potencialmente es miles de veces más poderosa
que aquella de un neuro-computador solo. El problema es que no tenemos ni idea
de cómo utilizar todo este gran potencial. Entonces yo les haría la siguiente
pregunta a estos primos:
- ¿Usted le aconsejaría a un diabético que dejara de
inyectarse insulina y que controlara los niveles de glucosa en sangre con el
poder la mente?
Esto en teoría es
posible, repito, por el potencial cuántico del cerebro. Pero si el paciente
diabético siguiese el anterior consejo, de sobra le da un coma diabético
mortal, antes de aprender a usar su poder mental para con solo este último
manejar sus niveles de glucosa. Y en el caso de nosotros los bipolares o los
esquizofrénicos, es más difícil todavía pues el mismo órgano (cerebro) que debe
usar su poder mental para mejorarse, está comprometido.
Y es que existe un
prejuicio en contra de los medicamentos para el cerebro. Tomar fármacos para
otros órganos está bien. Pero para el cerebro no. Esto es triste porque la vida
de muchos jóvenes se echó a perder por tener una condición mental ante al cual
sus padres, por el estigma social, no la hicieron tratar farmacológicamente a
tiempo, y fueron pacientes que se convirtieron en indigentes. Estos es una pena
porque desde hace unas décadas ya, contamos con la tecnología farmacéutica para
tratar los trastornos mentales, permitiendo que brille la genialidad con que
natura dotó a estos personas “enfermas”.
Tengo otro primo mayor
de la corriente “mente sobre cerebro” que fue criado en el trópico pero hace
unas décadas vive en una zona templada del planeta y tiene problemas de sueño.
Uno de sus hijos me contó que se alcanza a deprimir en invierno. Además somos
de ascendencia paisa (descendientes de judíos; etnia donde más bipolares se
ven). Todo esto para mi configura un leve caso de desorden afectivo estacional
(DAE) en dicho primo. Pero por equiparar droga con fármaco parece que no está
tomando medicamentos. El DAE está una condición miembro del gradiente afectivo
bipolar y como tal evolucionó como sobre-adaptación al duro régimen estacional
del Pleistoceno (2.5 millones de años atrás hasta hace 10,000 años). Ver un interesante y corto artículo sobre este tema.
Volviendo a mi caso por
ejemplo, y aunque cada vez estoy más estable, hay veces quiero darle tal o cual
giro a mi vida según como me sienta en el momento y eso se puede ver en los
diferentes artículos de este mi blog, en los cuales en algunos de ellos digo
que voy a aprovechar una oportunidad de trabajo como asesor académico para
ayudar a enviar estudiantes a continuar su formación en países anglosajones (ver artículo). En otro artículo dije que no iba a volver a publicar más libros
en Amazon (ver artículo) cuando en realidad sí lo voy a seguir haciendo (ver mipágina de autor en Amazon). A veces pienso que me debería dedicar solo a mi
blog, o solo a la consultoría, o a mi negocio de edición y traducción de
documentos académicos para publicaciones internacionales, etc. Cuando en realidad
puedo hacer todas estas cosas que son complementarias entre sí; pero como mi
bipolar mi mente ve todo en blanco y negro entonces pienso, erróneamente, que
son mutuamente excluyentes.
El que lea el anterior
párrafo pensará que vivo ocupadísimo haciendo todas estas cosas más las
molestas diligencias callejeras que nunca faltan. Ya quisiera yo estar así de
ocupado y además hacer deporte, como es la vida de la mayoría de mis
contemporáneos. Pero en realidad lo logro por semanas. Hay muy buenas semanas y
otras en que hago muy poco. Es parte de ser bipolar y máxime ahora que, como ya
lo dije al principio de este artículo, mi sueño tiende a mejorar en calidad y
cuantía. Menos mal que ya dejé el vició de auto-medicarme, como lo hice en el
2017, en el sentido de tomar fármacos no recetados por un médico, lo cual hacía
solo con leer un poco sobre los mismos en internet, permitiendo que mi master
en ciencias básicas médicas se me subiera a la cabeza y me creyera con la
autoridad de auto-medicarme. Este año no he incluido medicamentos nuevos a mi
esquema farmacológico. Todo lo contrario. He eliminado fármacos y estoy
reduciendo los me fueron recetados la última vez que fui al psiquiatra. Estoy
tomando la dosis más baja de los últimos 11 años, según pude comprobar en mi
bitácora privada. Y sigo rebajando fármacos. Yo creo que, además del duelo
psicológico que se me pasó en diciembre de 2015 cuando una Ucraniana me tumbo
U$500 (ver artículo), la muerte de mi papá, el 26-Nov-2007, me creo una especie de
duelo neuroquímico que recién ahora está cediendo y eso es lo que me ha
permitido bajarle a tanto a mis fármacos en las últimas semanas. Eso me tiene
muy contento.
Cambiemos de tema pero
relacionémoslo con lo anteriormente dicho. ¿Entonces que hago las semanas de
poca o ninguna productividad? Ver series, películas y leer. Hablemos de lo
light. Hacia el 2011 me había a afiliado a Netflix USA pues la versión
colombiana no tenía los títulos que más interesan que son Star Trek y Star
Wars. Pero este año me afilié a Netflix Colombia y ahora está mucho mejor.
Tiene las producciones que más me gustan y mucho más. La primera serie que mi vi
fue “La casa de papel” (ver enIMDb) Es una serie española que narra la historia de un robo muy bien
planeado a la casa de la moneda española. La banda de ladrones logra
infiltrarse a dicha casa y toman como rehenes a los turistas que ese día
visitaban la fábrica de moneda y timbre de España. Entre los rehenes está la
hija del embajador de Inglaterra convirtiendo esto en un problema de interés
estatal. Se quedan como una semana fabricando los billetes que se van a robar y
el director de la banda desde afuera y de forma oculta infiltra la policía y
hace mil cosas más para que el robo sea un éxito. Súper recomendada esta serie.
Otra serie española que
recomiendo es “El ministerio del tiempo” (ver en IMDb). Se trata una
institución secreta del estado que cuida miles de puertas por medio de las
cuales se puede viajar al pasado. Su misión es cuidar que la historia española
no sea cambiada. Cada vez que esto pasa se enciende una alarma y la patrulla,
que es el trío de protagonistas, es enviada a corregir la historia que enemigos
del ministerio han cambiado para satisfacer sus propios intereses. Es muy
buena. Es una serie hecha por tve (televisión española) que es la TV estatal de
España, y como tal es muy buena para aprender detalles de la historia de dicho
país. Pero son un poco laxos con las paradojas temporales que tan bien explotan
las producciones gringas. De todos modos súper-recomiendo esta serie.
Fuera de Netflix, salió
la tercera temporada de “The man in the high castle” (ver en IMDb) parcial y
ligeramente basada en la novela homónima de Philip K. Dick traducida al español
como “El hombre del castillo”. La versión televisada de la novela es una
ucronía (novela alternativa) en la cual el presidente F. Roosevelt es asesinado
y su reemplazo no se involucra en la II guerra mundial de acuerdo a una
política aislacionista (como la de Trump en la actualidad) llevando a que los
aliados pierdan dicha guerra. Japón y la Alemania Nazi victoriosos se dividen
territorialmente a Estados Unidos y se forma una guerra fría entre ambos
imperios. Las primeras temporadas giran al alrededor de unas cintas de video
donde se muestra a los aliados victoriosos en la II guerra mundial. Todos
tratan de obtener estos videos prohibidos. En la tercera temporada ya
introducen el hecho de que estos videos son auténticos y muestran realidades
paralelas. Tanto que los nazis de la serie, empiezan experimentos para
construir una máquina gigantesca para invadir también a estos mundos paralelos.
Estoy expectante con respecto a la cuarta temporada. Series cómo estás donde se
muestra una realidad alternativa distópica me hace valorar el hecho de que, en
la realidad, lo grueso de la guerra fría ya terminó (con Putin a la cabeza de
Rusia este país se alinea con los enemigos de Estados Unidos y con estas
condiciones la guerra fría sigue viva) y que estemos prácticamente dominados
por un imperio como lo es EUA que al menos de dientes para afuera promueve
cosas tan valiosas como la libertad y la democracia. Lo que me da lástima es el
presidente actual de EUA. Trump está promoviendo una política aislacionista
como la que llevó a este país a perder la II guerra mundial en la serie que se
reseñó en la primera mitad de este párrafo. Se ha retirado de importantes
tratados internacionales como el de Paris porque Trump no cree en el
calentamiento global. Está retirando sus tropas de Siria y sin duda Rusia y
organizaciones terroristas llenaran el espacio que EUA deje libre. Y en general
se ve como otras potencias como Rusia y China van proyectándose en los ámbitos
de donde Trump está retirando a EUA. Fuera de eso está despidiendo individuos
claves del estado que podrían estarlo investigando. Su política migratoria es
un asco, dentro de lo cual destaca la horrible separación de los miembros de
las familias que tratan de llegar a EUA. Sin embargo la economía del país va
bien y también hay que reconocerle que ha logrado avances con respecto a corea
del norte lo que apunta a algún día lograr de desnuclearización de la península
coreana. Sin embargo me gustaría que no continuara en el poder y llegara al
mismo una persona más sensata.
Siguiendo con el tema
político, sobre el cual se muy poco pero me encanta comentarlo, este fue un año
electoral en mi país Colombia. Hubo elecciones parlamentarias y presidenciales.
Al principio del año me iba asustando el favoritismo en las encuestas del
izquierdista y exguerrillero Gustavo Petro. Afortunadamente ganó las elecciones
Iván Duque del partido de centro derecha “Centro democrático” fundado por el
expresidente Álvaro Uribe. ¿A la sazón de ucronías distópicas, que hubiese
pasado si Petro hubiera ganado las elecciones? Muy seguramente Colombia estaría
en rumbo de convertirse en otra Venezuela. Yo me acuerdo que hace años, cuando
Hugo Chávez era candidato a la presidencia de este último país, se mostraba muy
recatado y humilde. Petro, que fue amigo y alumno de Chávez, es mucho más
arrogante. Si así fue como candidato no quiero imaginarme cómo sería de
presidente. Petro, exguerrillero, amigo de las FARC y de la dictadura de
Venezuela, hubiera seguido los pasos que han llevado a la miseria a nuestros
vecinos del este. Con su discurso populista, con el cual pretendía beber leche
y comer carné de la misma vaca alcanzó a conquistar el corazón de muchos
adeptos. Afortunadamente Colombia es un país conservador conformado por gente
inteligente que en su mayoría no se dejó conquistar por las promesas imposibles
de cumplir del populista Petro. El llamado socialismo del siglo XXI lo único
que tiene de nuevo es el cambio de siglo. Pero es la misma fórmula que hizo que
la Unión Soviética se desplomara. El socialismo no funciona porque no es
natural en especies como la nuestra. Como dijo sobre el socialismo Edward O
Wilson, el padre de la sociobiología:
“Hermosa teoría,
especie equivocada.”
Tendríamos que ser
todos clones para que una teoría totalmente igualitaria funcionara. Según Marx,
el socialismo es un paso previo al comunismo. Como serán de antinaturales que
el comunismo nunca se ha podido instaurar en ningún país en la realidad.
Requeriría que todos naciésemos como tabulas razas para ser iguales y que
después de un tiempo siguiéramos siendo iguales. Para ver más sobre las críticas
a la tábula raza ver este corto artículo mío. También recomiendo ver los videos en YouTube de la
politóloga Guatemalteca Gloria Álvarez (ver lista de videos). Raja sabroso del socialismo, comunismo, populismo, etc.
El presidente actual de
Colombia, aunque ganó con una votación muy alta, no goza de mucha popularidad
en la actualidad porque está impulsando una reforma tributaria que aumentará
los impuestos para corregir el déficit fiscal crónico del país que actualmente
que casi asciende a 5 mil millones de dólares. Hay que criticarle que con la
disculpa de que se genere más empleo no está aumentándole muchos impuestos que
digamos a los dueños de las empresas más grandes del país. Pero es que en
Colombia no estamos acostumbrados a pagar impuestos reales y justos. Como
anti-populista que es, el presidente Duque está tratando de corregir un
problema crónico de forma impopular. Ojalá esto vaya acompañado de severos
castigos a los corruptos y evasores de impuestos. Si Colombia solucionará estos
dos últimos problemas, no habría necesidad de hacer una reforma tributaria que
se está presentando como una ley de financiamiento ante el congreso. Ojalá el
gobierne del presidente Duque haga buena labor (y divulgue esa buena labor), no
vaya a hacer que dentro de menos de cuatro años, la gente cansada vote por un
Petro y Colombia caiga en las fauces del populismo y socialismo. Que los dioses
nos libren de semejante sino.
Gracias por leerme.
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